El 24 de septiembre de 1885, en la ciudad de Córdoba, abrió sus puertas la primera casa de Hermanas Adoratrices. Hoy, a casi 130 años de aquel acontecimiento, esta historia parece un sueño. Un sueño de quien supo mirar la adversidad con serenidad y coraje, Padre José María Bustamante S.J
Reunió a sus primeras religiosas alrededor de Jesús Eucaristía para que Él fuese en la dura tarea a realizar, su LUZ, su SOSTÉN y su FORTALEZA.
Poniendo su mirada en los que fueron conceptos primordiales de su espíritu, la adoración eucarística y la educación cristiana de la niñez y la juventud, continúo su obra con la fundación de nuevos Colegios Adoratrices en Santa Fe, Montevideo, Villa del Rosario, Concordia y Buenos Aires. Más tarde se ampliaron estas fundaciones en distintas ciudades, como en Capital Federal, Rosario, Mar del Plata, Asconchinga, Puerto Madryn-Chubut, donde se abrió un centro misional y en Puerto Iguazú.